Apreciados hermanos cofrades:

Al llegar éstas fechas de tan especial sentido para todos los que participamos de la Fe de Cristo, permitidme que os robe un momento de vuestro tiempo para dirigirme a vosotros, no solo como Presidente de nuestra cofradía, si no como amigo y hermano en Cristo. En éstos días celebramos el nacimiento de nuestro Salvador y no solo son fechas para comidas y regalos, que está muy bien, si no tambien para acordarnos de los más necesitados, victimas del egoismo de la humanidad. Un especial recuerdo, también, para los que nos han dejado y a los que, especialmente en éstos días, recordamos de forma más sentida. Es la ocasión de reunir a las familias en torno a la mesa y olvidar posibles malentendidos y ofensas de nuestros hermanos en Cristo. Es el momento de hacer nuestras las palabras que Cristo nos enseñó: “perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Es un buen punto de partida para hacernos testigos de Cristo y difusores de sus enseñanzas. Quiero hacer hincapié en dirigir nuestros esfuerzos hacia los jóvenes para que nos sucedan en la cofadía como nosotros sucedimos a los que ya marcharon. Tenemos la obligación de sembrar en sus corazones la Fe que nuestros padres sembraron en los nuestros e intentar que las enseñanzas de Cristo inspiren sus vidas. Será la forma de garantizar un mundo más justo para el futuro. Involucrar a los jóvenes en las actividades de la parroquia es una buena forma de que despierte en ellos el interés en Cristo.

Sin más, os deseo una felíz Navidad y un próspero y venturoso 2014

Que Nuestra Señora os acompañe e ilumine.

Feliz Navidad